Colombia un país donde sus muertos son olvidados, mientras sus verdugos se mueren de la risa. Esta figura junto a la Impunidad parece ser lo único que llena la mente de muchos de los colombianos víctimas del terrorismo de estado. Tal es el caso de Daniela Alarcón una mujer que con tristeza y dolor recuerda que su esposo fue asesinando por el ejército y hasta el momento no ha tenido ningún acompañamiento por parte del gobierno, mientras participa atentamente de la jornada por las victimas de estado que se celebró hoy jueves en horas de la mañana en la universidad Surcolombiana.
por: Neyder Jhoan Salazar
por: Neyder Jhoan Salazar
Con la instalación del capítulo Huila del Movimiento de víctimas de crímenes de estado, MOVICE. Presidido por Iván Cepeda Castro, acérrimo defensor de los derechos humanos, se estableció que el Huila no es ajeno a este flagelo que ha enlutado a muchas regiones del país, tal como lo ha reportado el observatorio Surcolombiano de derechos humanos y violencia, OBSURDHUILA. El caso de Daniela es tan solo uno de los que figuran en estas página de crímenes en el departamento.
Con fotografías en su mayoría de periódicos, Iván mostró la relación del Presiden Álvaro Uribe, con políticos y personalidades de Córdoba que ha estado relacionado con paramilitares, como ha sido parte de la familia del desmovilizado paramilitar Salvatore Mancuso. Esta ilustración en base de la presentación de su libro, A las puertas del Ubérrimo. Planteando la pregunta de cómo es posible que Uribe no supiera que pasaba a su alrededor en medio de su campaña política en la zona mientras Mancuso, sus amigos y allegados cometían crímenes y se llenaban de paramilitarismo para conseguir el aumento de sus tierras.
Iván afirma que el terrorismo de estado no es solo de este gobierno, pero sin duda fue en la presidencia de Uribe que se fortaleció la Para-política y la corrupción. De igual forma sostiene que los crímenes de estado son graves en este país y más que en muchas dictaduras vividas, debido a que los crímenes en este momento se están encubriendo y no son abiertos como sucede en dictaduras. un ejemplo de esto es el caso de los falsos positivos, el fenómeno de las ejecuciones extraoficiales. Parece que este gobierno legitimara y validara socialmente los crímenes como una escusa de la defensa y en contra de la guerrilla. Para este líder la seguridad democrática compra a la ciudad. Compra a la ciudadanía pagándole por la colaboración, a los miembros de las fuerzas militares los estimula con asensos y remuneraciones por matar, por mostrar ofensivas exitosas o positivos y a las víctimas le compra la conciencia con una irrisoria indemnización.
Daniela es una campesina de la vereda mira-valle en Pitalito. Ella se pregunta dónde está la reparación del estado. Son ya casi 16 años de espera y promesas por parte del gobierno que en este caso aun no se cumplen. Su esposo Belisario Ibachin, fue asesinado en 1993 siendo presidente del restaurante escolar de la zona, junto a otras siete personas En Suaza cerca de la vereda el Avispero, con la escusa de que eran colaboradores de
la guerrilla, a partir de ese momento la vida para esta mujer se complicó y más con el problema de presión que afecta su vida producto de ese trágico episodio. Para que no se olviden a las víctimas y no se sigan cometiendo violación contra los derechos humanos, se concluyó que se debe hacer conciencia con movilización política, se debe hacer una construcción de memoria para que la verdad de los crimen trascienda y por último toca que los proceso de justicia cumplan y se fortalezcan con pruebas para juzgar estos crímenes y no se queden como el caso del esposo de Daniela, en la impunidad.
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