Se avecinan problemas, “se violó el proceso”

Jorge Antonio Polanía fue el último rector estable de la Universidad Surcolombiana en el período de 1996 a 2000. Luego de su mandato empezó el cambio continuo de rector que genera incertidumbre y un ambiente de ingobernabilidad. Este ingeniero analiza el estado de la Universidad, habla sobre las dificultades del proceso de elección, y propone cuatro aspectos para una designación en un momento donde según él falta un rector que sea líder y proyecte el rumbo de la Usco.

Neyder Salazar: Hay un cambio permanente de rector, ya van nueve en 10 años cuando tendría que haber sido dos rectores por un período de cuatro años cada uno. El último fue inhabilitado por un error en la publicación de la convocatoria pública. ¿Usted cree que esta situación demuestra un estado de ingobernabilidad en la Universidad?

Jorge Antonío Polanía: Se ve que desde hace varios años existe ingobernabilidad en la Universidad obedece mucho a que el Consejo Superior Universitario, CSU de buena fe tratando de revisar los requisitos tanto en la parte académica, formación profesional y antecedentes para ser rector han detallado mucho en estos. Son tantos los requisitos que en cualquiera de ellos se equivoca la gente, se han equivocado y el CSU también. Por eso creo que los requisitos para ser rector deben ser los más sencillos posibles.

N.S: ¿Qué origina el estado de ingobernabilidad y qué elementos lo acrecientan?

J.A.P: Cuando fui rector el proceso de elección era consulta de los estamentos universitarios con el 50% y la hoja de vida equivalía al otro 50%. Ahí no intervenía el CSU, por eso era más democrática la elección. El que tenía mayor puntaje entre estos dos aspectos era el rector. Después de eso el CSU decidió primero la terna pensando en la autonomía que la ley les dio. Muchos profesores que quieren participar en el proceso el Consejo los desaparece de la terna. Ahí no se sabe qué juegos políticos trabajan ellos porque son prácticamente tres tipos de sectores los del Consejo que son el gobierno, los directivos de la universidad y la representación de los estamentos. Eso hace que muchos profesores que tienen sus hojas de vida importante y con algún respaldo de la comunidad ni siquiera salgan en la terna. Esto trae problemas universitarios porque dicen que eso no es proceso democrático. De ahí comienza el problema de la elección del rector. El uso de la terna ha creado mucho descontento en la comunidad universitaria.
Lo otro es que el CSU se ha equivocado, los fallos que se realizaron contra rectores elegidos son porque se ha violado el proceso de elección, eso es claro y todas las sentencias que analizo siempre encuentro violación al proceso.

N.S: Cree que se han presentado irregularidades y simples fallas de procedimiento en las elecciones de los rectores o por el contrario piensa que hay algo más de fondo, quizás interés de colectivos, de sectores o personas de la Universidad que no quieren ver estabilidad en el alma mater. Por ese motivo cada vez que llega un rector y no satisface los intereses se busca la manera de bajarlo del cargo.

J.A.P: En la terna se pueden jugar muchos intereses y compromisos, el CSU define una terna con unos criterios que no son sólo académicos. El caso de Miller Dussán, él es un doctor con una gran hoja de vida y lo sacan de una terna por ser del Polo Democrático. Detrás de las campañas de elecciones se ve mucha participación política de apoyo del alcalde, del diputado, y se pierde la cuestión académica y son otros intereses de por medio. Sí puede haber una influencia política externa a la universidad.
El último rector, Hernando Ramírez fue elegido en un proceso como limpio, ganó bien las elecciones y cumplía con los requisitos, pero por un problema administrativo no se publicó en el tiempo oficial la convocatoria. Esto para alguna persona que no tenga minucia jurídica pasa sin dificultad. Creo que detrás de eso hay problemas de otro sector político, dicen que un colectivo de abogados que no estaban de acuerdo con los Ramírez Plazas fueron los que hicieron la otra demanda, detrás de cada elección hay un problema de bajarlos si no cumplen los requisitos. Por eso pienso que los requisitos para ser rector deben ser los más sencillos posibles, así no se presenta el inconveniente del detalle que generan demandas.

N.S: ¿Cuál cree qué son los inconvenientes que trae la ingobernabilidad y este cambio continuo de rector?

J.A.P: El problema es que no hay liderazgo en la Universidad con rector o si en él, es igual. Las facultades resuelven sus cuestiones de forma autónoma pero sin un liderazgo institucional, el rector nunca dice para donde va la Universidad. A pesar de todo, las facultades, y los programas marchan por su calidad de estudiantes y profesores. Debe haber un rector con un liderazgo regional que se siente hablar con los alcaldes. El rector sólo se sienta hablar con el gobernador cuando llega al CSU. La Universidad no hace proyección social como ente público, son las facultades las que están haciendo proyección con unos fondos especiales que manejan los decanos. Hacen contratación con la Universidad en un juego con los alcaldes y gobernadores, según la Contraloría General de la Nación de los 10 puntos de corrupción uno es la contratación administrativa. Funciona como si las universidades fueran testaferros de las entidades territoriales. Un alcalde para no contratar con licitación le dice a la Universidad hagamos este convenio y uno no sabe ahí que hay por detrás.
La forma de elegir el rector y el período tan corto que están en la rectoría parece contribuir a que los rectores cuando arrancan en su cargo no hablen con los estamentos, con las facultades y con los estudiantes. Entonces se convierte como en una isla y no reconoce los problemas. Hay mucho inconveniente en comunicación del rector con las facultades y más aún con los empelados. El rector llega es a resolver problemas jurídicos de la elección y no tiene un liderazgo, no hay un diálogo con toda la Universidad para conocerla, además no se puede montar una infraestructura sin un plan de desarrollo serio. Pero el rector se queda en la demanda, empieza es a defenderse y no se dedica a administrar. La Universidad da pena, sus estructura física está caída, acabada. Como que no interesa el porvenir del centro de estudios, únicamente se dedican a resolver sus líos jurídicos.

N.S: ¿Esa falta de líder como usted llama hace necesario que las facultades tengan dependencia y mayor autonomía en el uso de recursos?

J.A.P: Todavía no se ha llegado a eso, el plan actual de desarrollo no lo planteó, pero la autonomía no solamente es ingreso. La autonomía de facultades hay que darse para que ellas puedan encargarse de todos los procesos. Las facultades deben ser autónomas para definir sus profesores que tengan sus propios comités de selección. Igual para que las facultades seleccionen sus estudiantes y le diga al Consejo Académico estos son los estudiantes seleccionados. Las facultades pueden registrar las notas y no hacer todo en red, ésta deber ser aislada. Las facultades deben tener autonomía académica y la Universidad de su presupuesto les diga a cada facultad tiene este dinero asignado según el plan de desarrollo de cada una.

N.S: ¿Cómo sería el procedimiento acorde para la elección del rector y que permita la estabilidad?

J.A.P: Debe haber un proceso democrático. Cuando las personas cumplan los requisitos tienen el derecho a someterse a un proceso eleccionario, en cambio aquí el CSU mediante la terna descabeza a mucha gente. No comprendo porque el Consejo no se acoge a la reglamentación nacional, la Ley 734 que establece los requisitos para acceder a cargos públicos. Pasa lo mismo con el problema de las demandas en los contratos porque aquí por autonomía se inventaron un estatuto de contratación. Sin embargo a nivel nacional hay un estatuto que por ley es supervisado por la Procuraduría. Aquí se inventan otros aparatos que crean fugas y permiten las demandas, cuando podrían acogerse a lo nacional.
El mecanismo acorde sería más abierto donde se tenga en cuenta el proceso de elección y la hoja de vida del docente con su experiencia. Se debe reconocer las capacidades como profesor, investigador, y administrativo para que pueda garantizar alguna viabilidad y estabilidad porque va ser una persona que conoce la Universidad y tiene experiencia de los procesos en ella. En esta medida la elección tendría el respaldo de la comunidad universitaria.
Ahora no hay una consulta de la comunidad universitaria, sólo es consulta de la comunidad académica porque únicamente votan estudiantes, profesores y egresados. A los administrativos los sacaron. Éstos se deben vincular para que sea un proceso democrático, ya que también hacen parte de la Universidad así no tengan la calidad de académicos. Es más importante que participen los administrativos que los egresados. Estos últimos ya están por fuera de la Universidad.
El proceso debe ser lo más sencillo posible, que participe toda la comunidad universitaria, que se tenga en cuenta la hoja de vida y que no haya terna.

N.S: ¿En un proceso de elección acorde debe existir una valoración diferencial de los votos y un ponderado?

J.A.P: Por el número de integrantes de cada estamento, es decir son más los estudiantes que los profesores, debe valorarse el voto para elección según el estamento. Puede ser que sea igual o equitativa la ponderación, pero no puede haber un voto universal porque por ejemplo los egresados que son un gran número 20.000 tienen de alguna forma vinculación laborar y política. En este sentido se convierte en una elección más de un proyecto político que una elección académica.

N.S: Uno de los mayores inconvenientes con esta sensación de ingobernabilidad es que se presenta un revuelto de políticas establecidas por cada rector elegido al cargo. Lo que evidencia un retraso en las obras que se adelantan y que de repente quedan inconclusas. ¿Usted cómo ve y en qué medida afecta este tipo de políticas inconclusas de cada rector que llega?

J.A.P: Crea mucha inestabilidad, una de las cosas importantes es la infraestructura. No sé qué interés está presente en este tema. Por ejemplo: el gobernador debe más de 10 mil millones a la Universidad según algunos rectores que han participado últimamente. No sé qué compromiso haya para que el gobernador sólo dé una parte del dinero que se debe. En mi época conseguí recursos de regalías petroleras, de alcaldes y del gobernador para construir las tres sedes porque no me importaba el contrato sino el desarrollo de las obras. La Universidad no contrataba lo hacía el gobernador que desarrollaba la obra, y ahí sí se hacían rápido. Si lo hubiera hecho directamente la Universidad creo que el gobernador no hubiera dado la plata para contratar. Eso de la contratación es la mayor corrupción y más la contratación de obras civiles. El rector debería decirle al gobernador, usted me debe tanta plata y la Universidad necesita estas obras, hágalas y ahí el proceso sería más ágil. Para desarrollar infraestructura toca buscar fondos internacionales, hablar con políticos con el Ministerio de Educación, pasar y gestionar proyectos

N.S: ¿Conseguir recursos con administración municipal implica una dependencia política de ese gobierno?

J.A.P: Los dos senadores del Huila en la época de mi rectoría Géchem y Gómez de dos partidos diferentes me colaboraron con la Universidad, pero la Universidad no contrato. Ellos con el gobernador de la época, se contrató una parte por la gobernación y otra por el municipio. Lo importante era el desarrollo de la obra y no importaba quien contratara. Eso no implica dependencia política, si yo me hubiera casado y dependiera directamente de un político, el otro no me daba. Sin embargo ambos, uno liberal y otro conservador aportaron a la Universidad.

N.S: ¿Qué hacer para afrontar la ingobernabilidad?

J.A.P: El rector debe estar por encima del CSU así éste sea la primera autoridad, tiene que asumir riesgo con el carácter de líder y no asustarse o acceder a las pretensiones de los miembros del Consejo. En el proceso de elección cuando no interviene el Consejo le da fortaleza a uno de ser autónomo como rector, pero cuando se nombra terna como que se depende de quienes dieron los votos, se queda un poco amarrado y se pierde autonomía.

N.S: ¿Cómo ve el panorama actual de elección del rector?

J.A.P: En la actual convocatoria de elección también se violó el proceso, porque colocaron el período de inscripciones que terminaba el 30 de noviembre antes del período inhabilidades que comenzaba el 10 de diciembre, cuando es lo contrario primero se define el período de inhabilidades y luego si se inscriben. Viendo este problema el CSU expidió otro acuerdo prologando el tiempo de inscripciones, eso ya viola la consulta. Creo que ya se tiraron el transcurso de la elección porque todas las demandas siempre son por violación del proceso dentro de la apertura de la convocatoria, se cambian las reglas de requisitos, de las hojas de vida o se cambian algunos períodos y eso ya daña el proceso. Los personajes que se escribieron antes del 30 de noviembre tienen la legalidad para ser candidatos, los otro que inscribieron en el plazo del 10 de diciembre ya están violando la legalidad del proceso. Alguien no va estar de acuerdo porque no salió en la terna o porque no ganó la elección y si se escribió antes del 30 de noviembre va alegar que él no violó el proceso y lo violaron los otros, eso va crear inconvenientes y se avecina otro problema.

N.S: ¿Cuál fue su éxito para estar de manera estable como rector?

J.A.P: Uno es que me comprometí con los trabajadores a reconocerles su categoría en una reestructuración administrativa. Las secretarias eran profesionales casi tenían postgrados y ganaban como si fueran secretarias sin ninguna preparación. Desde 1996 que se hizo está reestructuración no se volvió a realizar otra. En mi período se estructuró las facultades se creó Comunicación Social, Derecho, Psicología y Electrónica que ya cumplen 15 años de funcionamiento. Como tercero traje a la Universidad internet, fue la primer universidad que tuvo internet, se creó una red que actualmente tiene mucho problema de manejo. Por último fue la descentralización de la Universidad a las sedes en la Plata, Garzón, y Pitalito, también con programas en Mocoa y Florencia, es decir se sentía una Universidad del sur del país.
Pero ahora la Universidad como que sigue igual, de ahí en adelante sólo se creó un programa nuevo, el de Economía que funciona los fines de semana. El avance de la Universidad no ha sido significativo.

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