En medio del foro: Noticias buenas y malas sobre la ética periodística, realizado en Neiva. El periodista, Javier Darío Restrepo comentó sobre la relación que debe existir entre el código ético de un periodista y la labor que desempeña.
Por: Neyder Salazar
Darío sostiene que la ética periodística se representa en estar insatisfecho con todo lo que se hace, ya que es necesario ser consciente que puede hacerse mejor la labor, superarlo. Para eso es necesario contar con un código, una guía que permita desarrollar un acorde ejercicio periodístico. Ese código tiene como parámetro base, la verdad. Verdades que muchas veces son incómodas y se mantienen ocultas por oscuros intereses que se deben sacar a la luz pública. Sin embargo ser ético y responder a la verdad genera un costo, ya que significa ponerse en contra de una corriente imperante.
La periodista, Salud Hernández manifiesta que la ética periodística crece con el sentido de la honestidad. Es decir que se debe contar con unos principios sólidos éticos que se deben defender en la redacción de un medio.
Ambos son concientes que la ética periodística no se puede enseñar, es algo que se sigue a través del ejemplo, se construye y se vuelve consecuente con el actuar.
Para Restrepo hay cuatro aspectos que representan noticias malas:
- El mal salario con el que cuenta un periodista hacen que sea débil y susceptible a ser comprado. En cierta medida la noticia está influenciada y sujeta a un agradecimiento de favores. Lo que constituye una pérdida de autoridad moral para hacer el ejercicio periodístico.
- Hay un problema en la relación que guarda un periodista y las actividades de publicidad que desempeña. Una actividad que no le corresponde y lo convierte en blanco de muchos amos. Lo que se traduce una pérdida de dependencia.
- El tercer aspecto hace alusión al periodismo que pasa de información a entretenimiento. Entretenimiento que según Darío hace del periodismo algo trivial y lo que es peor de forma errónea convierten el chisme en noticia.
- Por último es hacer periodismo por medio del chantaje y la intimidación. “el periodismo no es poder, es un servicio”.
El periodismo no implica una actividad de cálculo, eso traduce en dejar está profesión en un nivel mezquino. Restrepo sostiene que el periodismo se debe hacer con pasión “hay que mirar los hechos con inteligencia y más allá de lo que muestran los sentidos”.
Estas palabras surgen en un panorama triste para el periodismo colombiano. Mientras Venezuela cierra medios de forma abrupta en Colombia se hace de forma decorosa pero en esencia es un medio más que es callado. El cierre de la revista Cambio simboliza un gran golpe al periodismo investigativo. El periodismo actual se enfrenta a lógica empresarial donde la labor crítica e independiente se pierde por las presiones de poder ejercidas por empresas económicas que no parecen medios. La línea del gerente prevalece sobre el criterio periodístico. En este sentido es necesario preguntarnos hasta qué punto estamos dispuestos a que una empresa periodística intervenga en nuestro criterio ético periodístico.
Por: Neyder Salazar
Darío sostiene que la ética periodística se representa en estar insatisfecho con todo lo que se hace, ya que es necesario ser consciente que puede hacerse mejor la labor, superarlo. Para eso es necesario contar con un código, una guía que permita desarrollar un acorde ejercicio periodístico. Ese código tiene como parámetro base, la verdad. Verdades que muchas veces son incómodas y se mantienen ocultas por oscuros intereses que se deben sacar a la luz pública. Sin embargo ser ético y responder a la verdad genera un costo, ya que significa ponerse en contra de una corriente imperante.
La periodista, Salud Hernández manifiesta que la ética periodística crece con el sentido de la honestidad. Es decir que se debe contar con unos principios sólidos éticos que se deben defender en la redacción de un medio.
Ambos son concientes que la ética periodística no se puede enseñar, es algo que se sigue a través del ejemplo, se construye y se vuelve consecuente con el actuar.
Para Restrepo hay cuatro aspectos que representan noticias malas:
- El mal salario con el que cuenta un periodista hacen que sea débil y susceptible a ser comprado. En cierta medida la noticia está influenciada y sujeta a un agradecimiento de favores. Lo que constituye una pérdida de autoridad moral para hacer el ejercicio periodístico.
- Hay un problema en la relación que guarda un periodista y las actividades de publicidad que desempeña. Una actividad que no le corresponde y lo convierte en blanco de muchos amos. Lo que se traduce una pérdida de dependencia.
- El tercer aspecto hace alusión al periodismo que pasa de información a entretenimiento. Entretenimiento que según Darío hace del periodismo algo trivial y lo que es peor de forma errónea convierten el chisme en noticia.
- Por último es hacer periodismo por medio del chantaje y la intimidación. “el periodismo no es poder, es un servicio”.
El periodismo no implica una actividad de cálculo, eso traduce en dejar está profesión en un nivel mezquino. Restrepo sostiene que el periodismo se debe hacer con pasión “hay que mirar los hechos con inteligencia y más allá de lo que muestran los sentidos”.
Estas palabras surgen en un panorama triste para el periodismo colombiano. Mientras Venezuela cierra medios de forma abrupta en Colombia se hace de forma decorosa pero en esencia es un medio más que es callado. El cierre de la revista Cambio simboliza un gran golpe al periodismo investigativo. El periodismo actual se enfrenta a lógica empresarial donde la labor crítica e independiente se pierde por las presiones de poder ejercidas por empresas económicas que no parecen medios. La línea del gerente prevalece sobre el criterio periodístico. En este sentido es necesario preguntarnos hasta qué punto estamos dispuestos a que una empresa periodística intervenga en nuestro criterio ético periodístico.
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