En Colombia siempre la amenaza ha sido el reflejo de la violencia en la que se crece, está presente la intimidación y la acción de hostigar al contrario para ganar la partida. Con internet éstas pasaron a otro plano, al del correo electrónico, email, mensajería instantánea y las redes sociales, es decir la amenaza se volvió un asunto público de grandes proporciones y con profundas implicaciones.
Por: Neyder SalazarLa conducta de la amenaza en el país es reflejo de la violencia como alternativa de defensa y ataque que impera en nuestro territorio, un fenómeno global que en Colombia se acentúa. Ésta surge desde que se está en un conflicto de intereses para tener el control del contrario, hostigarlo bajo el fin desafiante de terminar con la vida. Es el interés que está en juego en una cultura intolerante con el fin inicial de intimidar para luego generar una acción radical, la de acabar con la vida si no se lo logró sus pretensiones iniciales, así lo que queda como salida es la muerte.
La amenaza es la forma más absurda de mostrar desacuerdo sobre las posturas de determinadas personas o grupos sociales. Se cree erróneamente que la salida más viable es incitar y seducir a la muerte como alternativa presión o solución definitiva acabando con la vida. Eso demuestra lo mucho que falta para convivir armoniosamente en una sociedad no tolerable y donde el respeto de la vida está debajo y pisoteado por todas las acciones, métodos violentos, desafiantes y amenazantes que justifique la eficiencia de un acto para lograr un fin.
La amenaza se convirtió en un mal arte de la violencia y el terror. De amenazas por teléfono, manuscritos anónimos y coronas fúnebres, se pasó a las amenazas por correo electrónico, email, mensajería instantánea y por las redes sociales. Es el auge de la amenaza informática. Tan solo en el caso de la Senadora Piedad Córdoba se han logrado identificar 30 grupos en facebook que la amenazan, más otros tantos correos que recibe vía email.
Amenaza pública en internet
El problema de amenaza pública en redes sociales es de grandes proporciones y profundas implicaciones, pues es una expresión que cada vez crece y se hace más común. Su fin es producir odio compartido para luego generar acciones de los que comparten la idea, tal cual asesino asechando su víctima. Es decir, la amenaza se convierte en una conducta múltiple a los que muchos se pueden sumar cuando se hace en grupos de redes sociales tan populares como Facebook, es una tendencia que en países cómo Chile ha aumentado en un 36 porciento y en Colombia también sigue en auge.
Puede que una amenaza en la red no pase al hecho, pero se pensó y es ahí donde está la mayor implicación, ya que para romper la barrera de pensamiento al hecho, hay un solo paso que lo puede alimentar el odio, la venganza y la intolerancia. El hecho de pensarlo y que otros se sumen a la iniciativa de la amenaza evidencia una mala conducta social que acarrea implicaciones y que sin dudarlo deben pasar al ámbito judicial. Es que el odio acentuado se multiplica al tener la posibilidad de que muchos se adhieran a una amenaza.
La amenaza en la red se volvió un juego de niños, de personas que toman una conducta asesina, por tanto piensan en un crimen. La amenaza en la red pronto trascenderá los límites del escenario virtual, serán el resultado de una acción criminal y quizás colectiva, tal cual moda infame de la violencia que sigue reinando. Una conducta que pasa por grupos como Yo también quiero matar a mi profesor(a), cuenta con 96 miembros, lo que representa el pensamiento intolerante multiplicado y asociado que se cultiva en la red.
Investigaciones rezagadas y desiguales
En El Reino Unido una adolescente británica fue condenada por primera vez a tres meses en pena de cárcel acusada de amenazar de muerte a una ex compañera del colegio en la red social Facebook. No fue necesaria una amenaza contra una persona de rango social para iniciar la investigación. Casos como el anterior y otros que atentan contra la dignidad del ser humano son generadores de discriminación, odio y violencia, cada vez más comunes en Colombia, sin embargo, aquí no pasa nada.
El problema es mayor cuando las investigaciones contra este tipo de amenazas son incipientes y poco equitativas, pues el accionar investigativo en más eficaz cuando la víctima tiene un rol social mayor, tal como sucedió con la amenaza contra Jerónimo Uribe hijo del presidente Uribe y que arrojó resultados en menos de un mes con ayuda del FBI. En cambio otras lucen como en muchos casos impunes y rezagadas, tales son las amenazas electrónicas contra Daniel Coronell, Antanas Mockus, las recientes contra el ex candidato presidencial, Gustavo Petro y otras de odio que son el inicio de un escenario violento contra personajes como Jota Mario y el padre Chuco de la televisión colombiana. Los entes investigativos en el país actúan benévolos, cómo si la amenaza en el fondo no fuera la misma pues está en juego una vida humana. En efecto, la mayoría de casos están en el ocaso.
Lo anterior representa una necesidad de mayor legislación en materia de delitos informáticos o electrónicos que en Colombia son un gran vacío jurídico, también implica investigaciones eficaces y de forma equitativa sobre este tipo de amenazas, no teniendo preferencia el rol social de la víctima. Sumado a una conciencia social de rechazo y condena al acto de la amenaza como en redes social que aunque para muchas parezca inofensiva, acarrea grandes dimensiones sociales en un país que parece cosechar odio y muerte en muchos corazones.
5 comentarios:
Gracias Neyder por tu trabajo, un abrazo grande desde Uruguay!
Victoria.
Gracias a ti por estar pendiente de las publicaciones, sacar unos minutos de tu tiempo para leer las palabras que comparto es muy valioso, un abrazo.
03/08/2010 a las 16:12:57
Todo lo que se transmite de manera constante a traves del lenguaje se convierte con el tiempo en cultura y esto se ve reflejado en la conducta...las instituciones son portadoras de este proceso como representantes del pueblo y como medios para impregnar representaciones y significados sociales...Llevamos 8 años recibiendo del gobierno una cultura guerrerista. Si recolectamos videos en donde se manifiestan acciones y expresiones de los gobernantes podemos observar el significado guerrerista que los medios de comunicacion han impregnado en la cultura...uno habla con alguien en la calle y las palabras mas comunes son guerrilla, enfrentamientos, muertos, bandidos, oposicion, bala, chavez, secuestrados, sicarios....y mas claramente la expresion: que acaben con ellos...sin ser comunista, ni guerrillera, ni opositora, noto estos aspectos que han marcado la cultura colombiana, me parece urgen
03/08/2010 a las 17:08:16
Solo los IDIOTAS desocupados amenazan de muerte a quienes son centro de atencion politica, elTONTO DESOCUPADO, niño rico que amenazó al bebé de Uribeitor, era un niño rico, con buenos abogados... Ahora sale otro IDIOTA amenazando a Petro.. Cojan oficio HIJUEPUTAS.
03/08/2010 a las 18:10:52
No son solo las amenazas, 8 años de este "presidente" camorrero y pendenciero han echo que en el país, en todos sus estamentos sociales, laborales, inclusive escolares, se imponga el unamismo, el que YO tengo el poder y como tal la razón, el que no se respeten los acuerdos, el que me importa un pito la constitución y por ende las leyes, en fin la cultura del atajo y que todo lo vale, lastimosamente se impuso
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