El destacado cronista Alberto Salcedo Ramos estableció parámetros para el ejercicio de la crónica y los fundamentos que la componen como parte del periodismo narrativo.
Alberto Salcedo Ramos considerado uno de los mejores periodistas narrativos latinoamericanos se refirió a la importancia del periodismo narrativo. Para él ésta radica en que ayuda a comprender y hacer visibles problemas de la sociedad, “aquí los problemas se vuelven algo bailable”. Entonces, para este cronista se trata de ponerle rostro y alma a las historias. Un rostro que sea el algo tangible, buscando personajes representativos para la historia y que en muchos casos puede cargar el drama de una tragedia. Se trata de mirar seres humanos como entes importantes, explorarlos de manera individual o colectiva.
Otro de los elementos de este periodismo es que trata a fondo y con enfoque humano un tema de relevancia social. Éste afecta al mayor número de personas y establece una identificación. Además busca explorar la condición humana y muestra el conflicto de la sociedad, “se trata de hacer visible y universal con presencia del contrasta presente en el conflicto”, añade Salcedo. La historia debe tener conflictos presentes en la vida, un problema que afronta el protagonista, algo que se interpone entre ellos y sus metas como alguna necesidad insatisfecha. Asimismo debe narrar una representación de la vida, contar historias escribiendo sobre la gente en acción, “por lo tanto hay que moverse con el personaje, una atracción de su realidad”.
Caracterización
Este escritor manifiesta que cada elemento descriptivo debe contar algo y debe tener un sentido. Cada detalle, y dato se debe justificar y ser claves para la historia. Se trata entonces de sensibilizar con un tema de interés. De esta manera se humaniza y se construye memoria, “tocados por la belleza”.
Para Salcedo no se trata contar sólo historias trágicas, es de narrar una realidad, “a veces el pudor inventa el morbo”. De igual forma la crónica como género periodístico, no se excluye sino que se complementa con información ampliada y humana, “ángulos distintos de detalle y universaliza”. Entonces contiene noticia que llena el vacío con una realidad que no se conocía, “hay elementos novedosos de una realidad y una valoración de la realidad que busca magnificar lo simple”.
Manejar los datos es vital en el periodismo narrativo. En esta medida Salcedo Ramos reconoce que se debe entender la magnitud de los hechos que afectan a la sociedad. Por eso las cifras deben dar claridad para dimensionar la magnitud más allá de unos datos fríos. Es claro que para él los datos mal metidos ensucian la historia, deben ser fluidos que no rasguen la narración”. Aclarando además que no hay que forzar una moraleja, ya que está termina presente cuando la historia está bien contada.
Éste cronista asegura hay que apostarle a géneros especializados y que permitan una lectura amena. Con filones narrativos interesantes que la hagan agradable. Debe tener elementos que la haga anecdótico, curioso e impactante. Para eso hay planear la historia, “primero me cuento la historia para mí”, aclara Salcedo. De igual forma reconoce que una buena entrada, revela de una vez el conflicto que hay ahí, reconociendo que se puede ser subjetivo, pero honesto.
Finalmente, Salcedo aprueba la afirmación del cronista argentino Martín Caparrós, “La información (tal como existe) consiste en decirle a muchísima gente qué le pasa a muy poca: la que tiene poder. Decirle, entonces, a muchísima gente que lo que debe importarle es lo que les pasa a esos. La información postula (impone) una idea del mundo: un modelo de mundo en el que importan esos pocos. Una política del mundo”.
“El exceso de pretensión daña la historia, hay que saber tejer la historia”, puntualiza Salcedo en el marco de la conferencia, la importancia de periodismo narrativo para ayudar a comprender y hacer visible los problemas sociales, impulsado por la Asociación de periodistas del Huila, Aspehu.
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