La implementación de la Policía Metropolitana de Neiva viene demostrando que por el afán de dar una sensación de mejora al problema de seguridad en la ciudad, se han tomado medidas improvisadas en el accionar de su cuerpo policial que la conforma.
Con la llegada de 500 miembros de la Policía más para apoyar la seguridad en la capital se han visto en los últimos días un incremento en el pie de fuerza en las calles de la ciudad. Pero contrario de lograr el efecto de reducir los problemas de seguridad, viene interrumpiendo con la tranquilidad del ciudadano.
Los constantes retenes en diferentes puntos, varios con puntos fijos de reten en diferentes zonas de la ciudad hacen parar hasta dos y tres veces a los mismos motociclistas. Varios ciudadanos que van a sus casas en diferentes días, son constantemente parados. Lo particular de estos punto de retención es que la gran mayoría de veces sólo son dos efectivos lo que están en los puestos, lo que muestra la improvisación de los puestos de control e incluso representa un riesgo para los policías que no tienen ni medios de transporte.
Según órdenes recibidas por estos nuevos policías de la ciudad es demostrar resultados diarios, con varios vehículos inmovilizados, cifran que luego engruesan una falsa estadística de resultados de seguridad, ya que con esto no se interviene ni las bandas delincuenciales. Los rasponazos aún son una constante y estos no caen en estos retenes, pues no paran de manera voluntaria y emprenden la huida.
Lo que más llama atención es que este nuevo grupo de Policías de la Metropolitana lo conforman jóvenes inexpertos, patrulleros recién salidos de la escuela entre 19 y 21 años que en un año no son preparados lo suficientemente bien para atender con respeto a la ciudadanía, desconocen las leyes, y menos están formados para actuar en situaciones inesperadas y de riesgo. Prueba de esto es un video que circula en la red en el que dos agentes en una intervención a un habitante de la calle, pierden el control de la situación y uno de ellos es desarmado por el habitante de la calle, generando la huida de los policías y la zozobra en lugar. En muchos casos los policías al no ser preparados en situaciones de presión, se sienten agredidos e intimidados desenfundando sus armas sin precaución alguna. Por lo que al cubrir la metropolitana con este número de patrulleros, si bien aumenta el número de uniformados está realmente lejos de brindar condiciones de seguridad, con lo que se genera una falsa sensación de seguridad con los Jóvenes policías que se creen con la autoridad de pasar por encima del ciudadano y generan constantes hechos de abuso de autoridad.
Otro de los hechos que demuestra la improvisación en la implementación de la metropolitana por generar una sensación de mayor seguridad es que se pusieron más efectivos en los CAI para reforzar el plan por cuadrante. Lo particular es que estos nuevos efectivos forman patrullas en la zona de CAI y otros puntos de la ciudad, pero patrulla que sólo es conformada por dos Policías que se movilizan a pie e incluso no tienen radio teléfono de comunicación para mantener comunicación con las unidades cercanas.
Estas patrullas a pie de dos Policías no tiene como reaccionar en problemas de seguridad, en la que muchas veces los delincuentes se movilizan en motos de alto cilindraje, llegado el caso no tienen forma de seguirlos, ni comunicarse por radio para solicitar apoyo. Pero lo que sí realizan estos patrulleros son retenes improvisados, en lo que paran a distraídos motociclistas y conductores de automóviles. Retenes con solo dos hombres, sin señalización respectiva cuando se trata de operativos de tránsito que deben estar claramente señalizados. Si bien el fin es de seguridad, asumen desafiantes funciones que no les corresponden de inmovilización de vehículos como se comprueba en otro video. Tan irregular es el procedimiento que mientras paran a un motociclista otros pasan sin casco, sin chalecos y como no tienen más personal no hacen las detenciones respectivas, ya que estos no son retenes de tránsito con los protocolos establecidos. Situación que incluso se podría prestarse para aumentar los problemas de corrupción y soborno.
Los uniformados patrulleros inexpertos se creen con la autoridad suficiente para inmovilizar cualquier vehículo, en altas horas de la noche y cualquier hora del día sin quién supervise sus acciones. Incluso desconocen las normas, en el video se puede observar que dice inmovilizar la motocicleta con un decreto que no conocen. Hasta por denuncias ciudadanas se conoce que andan pidiendo licencias de conducción renovadas, cuando desconocen que no todas deben ser renovadas y el plazo para hacer la renovación está ampliado. En el video se puede observar que en la improvisación del retén, los dos patrulleros no tienen ni radio de comunicación por lo que llaman por teléfono sin que acuda el apoyo solicitado. Por más de 40 minutos se esperó en el lugar sin que llegaran los respectivos funcionarios de tránsitos competentes para la inmovilización. Sin grúa en el lugar, su única salida era llevar arrastrada la moto por más de dos kilómetros a pie desde Villa Regina hasta el CAI de las Palmas en compañía del motociclista; poniendo en riesgo la seguridad del bien, el motociclista y los mismo agentes que se encontraban solos y sin apoyo en una zona oscura y sola. Tan irregulares son estos procedimientos y tal es inexperiencia de los patrulleros que incluso se quedaron con los documentos personales y de identificación, reteniendo de manera ilegal. Por tal razón, dada la falta de medidas en el procedimiento, sin que llegara la grúa al lugar, el ciudadano tomó la decisión de dejar la moto ahí a disposición de la Policía pues no se iba a desplazar a pie hasta el CAI alejado del lugar. Estos retenes sin ningún tipo de señalización y de solos dos Policías hasta se pueden confundir con delincuentes disfrazados para asaltar, ya que no tienen los procedimientos adecuados para hacer un retén y menos para inmovilizar la moto en el lugar.
La falta de protocolo en estos procedimientos de vigilancia de estas patrullas representa hasta un mismo riesgo para la seguridad de los uniformados, ahondado por la inexperiencia de los patrulleros novatos. Estos hechos comprueba la improvisación de la policía metropolitana que por mantener más hombres en la calles de la ciudad y mostrar resultados en la percepción de seguridad, anda atribuyendo funciones de su no competencia y poniendo en riesgo su propia seguridad. Es que esto hace parte de una política nacional de incorporación para engrosar con más hombres en sus filas, con lo que no hacen los procesos de formación integral de sus nuevos patrulleros. Sumado a la improvisación del accionar de sus miembros que no tienen protocolos y procedimientos claros que no pongan en riesgo la seguridad a los mismos policías y la ciudadanía.
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