El sometimiento laboral que viven los periodistas del Huila es innegable, deben trabajar más 10 horas, hasta sábados y domingos porque regularmente descansan un día a la semana. Se suma, la baja remuneración que en muchos casos no supera el salario mínimo, contratos por prestación de servicio y otras situaciones como la obstrucción e injerencia a la hora de informar. Sin embargo, es una situación que se vive en todo el país, sobre todo en poblaciones pequeñas. Una situación que se conoce a viva voz, pero que sigue igual y pocos se han atrevido a enfrentar. Esto refleja el sometimiento de otros periodistas bajo las mismas condiciones en diversos medios.
El periódico más antiguo del departamento, Diario del Huila no es ajeno a dicha situación. Que no sólo se agudiza con la crisis del papel que trae menos capacidad de ingresos. También por los dueños de las empresas, directivos y gerentes que no reconocen la dignidad laboral. Incluso prefieren contratar apenas a estudiantes que no son profesionales para pagar más barato. Pensar en la utilidad exclusiva de la empresa es lo que lleva al medio a la crisis. Entonces fallan los dueños, empresarios, directivos y administrativos. Para algunos periodistas huilenses se trata de un medio en las manos de una mala gerencia que incapaz de administrarlo como una empresa sostenible y respetuosa con sus trabajadores.
“El equipo periodístico de Diario del Huila acabó de anunciar su renuncia irrevocable. Las paupérrimas condiciones laborales y la presión en algunos sus contenidos hizo ineludible la decisión. El primer medio de comunicación del sur colombiano hace esfuerzos por mantenerse a flote, pero muchos factores hacen insoportable esta situación en la que han permanecido los 11 trabajadores que laboran en su sala de redacción”, afirmó el periodista judicial de este medio, Fredy Nagles.
Los otros responsables de dicha situación son los periodistas que nunca se han atrevido a hacer pública su situación laboral y enfrentarla. Por las migajas y las necesidades laborales que son escasas en la región, aceptan el sometimiento laboral, silenciados por las políticas editoriales, “Empresariales económicas”. Como gremio, sus asociaciones se han alejado de velar, exigir y garantizar el respeto a la dignidad laboral. Se han dedicado a la burocracia y a los pesos de contratos con las administraciones, esperando la forma de salir de los medios y haciendo un sacrificio para cambiar de sometedor.
Según el periodista, Fernando Calderón es mortal para el periodismo la odiosa injerencia de los dueños en la cotidianidad informativa, “Es cierto que ponen la plata, pero deberían ser conscientes de que en periodismo prevalece el interés general. Manejar una empresa periodística cómo se maneja una comercial es ayudar a quitarle majestad al derecho que tiene la ciudadanía a saber lo que está pasando en su alrededor. Al periodista, que es visto en Neiva como un sirviente, no se le puede seguir tratando así”.
La situación se vive desde hace años, pero era una lucha individual del periodista que se sintió humillado, se cansó y pidió su salida. Situación que rápidamente era manejada al conseguir otro que ejerciera el oficio, sin importar el abuso laboral. Siempre habrá quienes acepten la situación sin mayor reparo. Lo hacen porque con tanto profesional dando vueltas sin trabajo, con tanto recién egresado sin experiencia y con ganas recibir al menos 600mil pesos, el sometimiento a un medio es una opción.
Sin embargo, la salida en bloque de toda una sala de redacción paraliza el medio, lo enfrenta a una crisis de reputación y lo pone en boca de la opinión pública. Lo que debería llevarlo a reestructurar su quehacer empresarial. Es un momento histórico para el periodismo huilense, por el hecho transcendental que evidencia la crisis. Pero también porque representa una posibilidad de unión del gremio y la solidaridad profesional para exigir cambios y garantías laborales, sobre todo el reconocimiento a un trabajo digno.
Quizás se pierda la oportunidad que las agremiaciones de periodistas se pronuncien y que otros periodistas en otros medios también se atrevan a revelar sus situaciones laborales. Quizás la situación llame a las agremiaciones nacionales a asentar su voz de protesta para que los periodistas tengan un reconocimiento laboral digno en el país y los dueños de empresas mediáticas, no se sigan aprovechando de la necesidad.
El veterano periodista, Delimiro Moreno así lo confirmó, “Esperamos las resoluciones de solidaridad con los periodistas del Diario del Huila de las entidades gremiales: Círculo de Periodistas, ASPEHU y Colegio Nacional de Periodistas. ¿Orden a todos los periodistas de no aceptar ser nombrados para reemplazar los renunciantes y boicoteo laboral a ese medio?¿Mítines ante su edificio en solidaridad con los colegas con pancartas?”.
Hasta el momento no han llegado ni los mítines y ni las protestas de periodistas a la afuera de las instalaciones. Las manifestaciones se han quedado en pronunciamientos aislados de colegas en redes sociales y que no pasan de ahí, mucho de ellos viviendo una situación laboral similar. Los pronunciamientos de las agremiaciones de periodistas en el Huila no llegan, son tardías y sin contundencia.
Nana Forero profesional en el diseño frente al debate del tema sostuvo, “Yo tuve la oportunidad de trabajar durante meses en intervalos, turnos de fines de semana, vacaciones, etc. como diagramadora y diseñadora; la verdad es que La Nación y Diario del Huila no ofrecen garantías laborales serias a sus "tercerizados empleados". No me parece justo y es vergonzoso que luego digan que uno debe estar agradecido y orgulloso por trabajar con ellos”. Por eso es clara en manifestar que deberían renunciar todos (diseñadores, prensistas, encuadernadores, personal administrativo).
El resto del periódico aún no se suma. Hasta el momento el periódico competencia del Diario del Huila, actúa en silencio, el hecho no fue noticia en sus páginas, posiblemente para sacar ventaja comercial en la crisis. La salida de los periodistas del Diario del Huila el mismo día sólo fue noticia en medios digitales pequeños como TVsur, Prensa7días, Campoalegre Noticias y otros regionales que se solidarizaron. Lo que refleja que aún falta mucho de solidaridad gremial, cada uno tira por su lado, velando por su propio interés y por eso quizás se pierda la oportunidad, también histórica.
“Para el Noticiero de televisión de La Nación no fue noticia la renuncia colectiva de todos los periodistas del Diario del Huila. Eso muestra la solidaridad... de don Jesús Oviedo con los propietarios del Diario.... ¡Quién sabe qué pensarán los periodistas de Nación TV de la situación de sus colegas! Esperamos qué escriban mañana en el diario escrito. ¿Serán tan valientes de solidarizarse con sus colegas del Diario? O no los dejará el señor Oviedo?”, agregó Moreno en su red.
Por lo pronto, un día después la noticia empezó a circular tímidamente en medios nacionales. RCN Radio informó con un escueto texto que carece de entrevistas. Anuncia que periodistas del Diario del Huila renunciaron de forma masiva por el incumplimiento en el pago oportuno de su salario. Por su parte la Federación Nacional de Periodistas, Fecolper lanzó un escaso tweet.
Estos periodistas que renunciaron en bloque, con el editor general en la cabeza son un ejemplo de dignidad laboral y de amor por la profesión. Hacen parte de un momento histórico de la crisis del periodismo en el Huila. Ellos son la bandera para que se generen transformaciones. Otros son menos optimistas, y piensan que todo seguirá igual desde que se siga viendo la información como un negocio y los medios estén en manos de intereses económicos.
Se habrá aprovechado la oportunidad, si esta crisis que refleja la situación actual de este oficio en el país, lleva a que las agremiaciones nacionales exijan una verdadera política que brinde garantías al ejercicio periodístico y de manera digna. No se vea como algo aislado de la periferia. Es insostenible que los profesionales peor remunerados sean los periodistas que por migajas deban sacrificar su ética profesional y entregar más horas de su tiempo a empresas que sólo les importa su bolsillo.
Con que esta situación ponga reflexionar y debatir a los programas que ofertan comunicación y sacan egresados por doquier, se habrá logrado bastante. No podemos seguir vendiendo la idea a los estudiantes con la que los empresarios se han aprovechado laboralmente, “Que por amor al periodismo y es parte de la profesión, tener salarios bajos y dedicar muchas horas laborales, no importa el tiempo de dedicación y menos la paga”. Se habrá logrado bastante, en el contexto de una región de pocos medios y pocas posibilidades laborales, con saturación de profesionales y paupérrimas condiciones laborales, si ponemos a debatir esta realidad a los estudiantes, futuros periodistas. Esa es una tarea innegable de esta crisis, no basta con la solidaridad en redes.
Urge consolidación de política pública que de garantías al ejercicio periodístico @MintrabajoCol @CristoBustos https://t.co/6dEU53Jkgu— Fecolper (@FECOLPER) 29 de abril de 2016
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