Que no los engañen, lo que se viene entregando en Neiva no son ciclorutas, responde a ciclobandas preferentes o ciclocarriles demarcados, su funcionalidad pueden ser similares, pero no es lo mismo. Por lo tanto, la ciudadanía merece claridad sobre el asunto de la ciclo-infraestructura que se implementa en la ciudad de acuerdo a las necesidades, estándares y condiciones de seguridad.
Es claro que el desarrollo de la movilidad sostenible en la ciudad debe propiciar y fortalecer los sistemas alternativos de movilidad e incentivar el uso de la bicicleta como medio de transporte. Sin embargo, éstas deben ser parte de un ejercicio planificado y no una improvisación para cumplir a toda costa, obviando parámetros necesarios para garantizar una movilidad segura, infraestructura adecuada y la inversión eficiente de los recursos.
Neiva no es ajena a la necesidades de movilidad de las ciudades modernas, por eso el alcalde de Neiva, Rodrigo Lara en su Plan de Desarrollo se comprometió con una red de “Ciclorrutas” con aproximadamente 70 km y que posibiliten la conectividad. Sin embargo, hasta el momento dicha red parece más un ejercicio de improvisación para tratar de cumplir. Si bien la red busca incentivar el uso de este medio de transporte, con lo realizado hasta el momento no se está logrando.
Las ciclorutas son una necesidad pero no a cualquier precio y a toda costa. Si bien el proyecto que se desarrolla en fases, aún no ha culminado, las primeras entregan no han sido ciclorutas, pese a que se anunciaron con bombos y platillos no cumplen las expectativas, ya que corresponde a ciclocarril y ciclobandas, es decir vías que son ciclo-adaptadas. En varias ciudades del mundo se hace este tipo de adecuaciones, pero repoden a un estudio planificado en la que se tienen en cuenta varios parámetros como amplitud de la vía, velocidad, circulación y seguridad. En Neiva parece ser más un asunto improvisado dada las condiciones de algunas ciclobandas y que se han anunciado como grandes proyectos de infraestructura en “cicloruta”.
Se debe ser claro que hasta el momento no se han construido ciclorrutas, sólo se han realizado demarcaciones muchas veces sólo con pintura como pasó en la Avenida La Toma. Por eso se debe socializar cuál ha sido el presupuesto invertido en la misma, pues sólo han realizado adecuaciones y demarcaciones, no hay obras de construcción por lo tanto los precios no se podría equiparar a una verdadera ciclorruta. Es que según la Guía de ciclo-infraestructura para ciudades colombianas del Ministerio de Transporte, la ciclorruta implica una segregación o adaptación física, es decir cambios de altura o instalación de elementos físicos permanentes; estaríamos hablando de obras de infraestructura donde se construye una vía exclusiva para el ciclista como sucede en la carrera 5 entre calle 10 y calle 23.
Guía Ministerio de Transporte |
En el caso de la anunciada "cicloruta" de la Avenida la Toma desde la Circunvalar hasta la carrera 16, en sentido norte y sur se hizo una demarcación con pintura que invade el andén peatonal, poniendo en riesgo la seguridad de ciclista y transeúntes. El material del suelo tipo adoquín que contaba el andén, hoy ciclo demarcación no es el adecuado para el transito seguro de la cicla, un riesgo adicional para los conductores de bicicleta. La Guía de ciclo-infraestructura para ciudades colombianas puntualiza que las ciclobandas no sólo tienen demarcación, si es necesario tienen cambio de pavimento, canalización de tránsito con balizas o elementos similares. Es claro que hasta momento esta demarcación no está siendo utilizada por los ciclistas, quienes prefieren transitar por la vía vehicular, ya que en la ciclo demarcación muchas veces se obstaculiza con señales de tránsito. Sumado al que la banda es de un espacio bastante reducido y en algunos tramos es invadida por motos y carros dado el alto nivel de circulación en la zona.
Ciclistas no transitan por la demarcación y ésta es invadida por vehículos |
La demarcación de la carrera 2 entre calles 26 y 64 es de 2.41 kilómetros por un valor 296 millones de pesos, corresponde a vías ciclo-adaptadas, es decir vía acondicionada para la circulación de bicicletas que en este caso está reservada exclusivamente para la circulación en bicicleta segregadas visualmente a través de marcas viales, color y otros dispositivos indicativo. Sin embargo, esta se hizo sobre la vía vehicular que correspondía al carril rápido, se construyó al costado izquierdo lo que representa un riesgo, ya que los vehículos transitan rápido por esa vía.
Hay zonas con banda ciclopreferente donde la calzada es reservada preferentemente a la circulación de bicicletas y delimitada mediante una línea discontinua. Tal como la ciclobanda de la carrera 52 entre avenida Buganviles y calle 58, frente al condominio Reserva de la Sierra intervenida por El Sistema Estratégico de Transporte Público, SITP en el oriente de la ciudad. También en la cerrera 10 al sur de la ciudad entre el Módulo Centenario del Terminal hasta la Glorieta de FlotaHuila. Pero la demarcación del carril exclusivo escasamente llega al metro, cuando los estándares internacionales sobre la protección del ciclista habla que la distancia prudente entre un vehículo tipo carro debe ser mínimo de un metro y medio, así se garantiza un espacio seguro para los ciclistas, pues permite un espacios de resguardo como establece el Decreto 798 de 2010. En ambos casos la demarcación, se hizo sobre el costado izquierdo donde los otros vehículos pasan a alta velocidad sin brindar mayor espacio de resguardo y poniendo en riesgo la seguridad de los ciclistas.
El Plan Maestro de Ciclorutas del Instituto de Desarrollo Urbano de Bogotá, puntualiza que los criterios para aplicar tipologías de una cicloruta debe tener en cuenta: una circulación en condiciones de comodidad y seguridad, "la cicloruta debe tener unas dimensiones mínimas que permitan el tránsito y la maniobrabilidad, teniendo en cuenta el volumen y velocidades del tráfico vehicular". Unos criterios que en Neiva parecer ser obviados.
Espacios recomendados Guía Ministerio de Transporte |
Es necesario aclarar que Neiva cuenta con cliclorutas, la que pasa por la carrera 5 y la del hospital por la calle 46 entre calle 8 y calle 21, pero fueron infraestructura desarrollada en administraciones anteriores. Sin embargo, con la obra en ejecución del puente elevado, se destruyó parte importante de la infraestructura existente y se perdieron entonces los millones de recursos que se invirtieron para esa infraestructura. Esperar que se realice una obra de recuperación que le entregue a los neivanos una verdadera cicloruta de la misma calidad de la destruida para que asegure el bienestar y la vida de los ciclousuarios.
Guía de ciclo-infraestructura para ciudades colombianas |
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